Clifden Notes

Michel Houellebecq - Las partículas elementales.
Mañana de diciembre. Frío intenso. Luminosidad escasa. El vagón 237 se asemeja a un perro salchicha infestado de pulgas. Cada pulga con su destino definido. Cada pulga con su sueño en marcha. Cada pulga con la mirada perdida a través de las ventanillas o con los ojos en las páginas de un diario gratuito. De un tiempo a esta parte, la proliferación de diarios gratuitos provoca una imagen uniforme que multiplica la uniformidad de las pulgas. Agotado el diario de la primera hora (ése que reparte amablemente una chica rubia con un chaleco verde) todos los habitantes del perro salchicha comparten una misma crónica parlamentaria, la misma sopa de letras, las mismas páginas de deportes o la misma portada. Las reacciones, por tanto, son también uniformes; nadie se mueve a destiempo, nadie se sale del cuadro. No hay risas en un extremo del coche o comentarios inteligentes en la cabecera; todo pertenece a un mismo ritmo. Si esperamos un movimiento extraño que altere la uniformidad del conjunto estamos perdiendo el tiempo. Una misma idea reposa, dormida, en la mayoría de los regazos; pero no parece que ésta vaya a provocar un seísmo inesperado. No obstante, la portada de esta mañana dice mucho con muy poco esfuerzo: el hambre mata cada año a cinco millones de niños en el mundo. ¡Qué barbaridad! Quizá podría esperarse, ante la gravedad del asunto, un pequeño murmullo, un tumulto, una reacción en cadena; pero no, nadie se mueve, nada de gestos. El vagón 237 se asemeja a un perro salchicha infestado de pulgas. Luminosidad escasa. Frío intenso. Mañana de diciembre. En cambio, mi diario es de pago, y puedo saltar sobre la portada con la elegancia sublime de un atleta olímpico. Lo peor, sin embargo, llega en la primera página del suplemento dedicado a Madrid: un coche que circulaba en sentido contrario causa un choque frontal con tres muertos en la A-1. Un conductor suicida (un desarreglo psíquico, una apuesta); un matrimonio a bordo de un Renault Safrane, de vuelta de sus vacaciones. "Le hemos visto desde San Agustín de Guadalix. Le hemos pitado, le hemos dado las luces y no nos ha hecho caso. Ha llegado a provocar dos trompos a dos coches antes del accidente", explicó, a propósito del conductor que provocó el siniestro, el camionero que rescató a los niños.
Cuando, en julio de 1999 (con motivo del Simposio Internacional "Jenseits des Seins, Exodus from Being, Philosophie nach Heidegger", en el marco de las jornadas del Castillo de Elmau sobre "La filosofía en el final del siglo"), Peter Sloterdijk pronunció su famosa conferencia "Reglas para el parque humano", anunciando la terrible lucha de titanes entre los impulsos domesticadores y los embrutecedores y entre sus medios respectivos; cuando Sloterdijk proclamó que no bastaba con la domesticación educativa de los hombres y con el establecimiento de amistades con las letras; cuando Sloterdijk, en definitiva, nos indicó la necesidad de afrontar cuestiones como la reforma genética de las propiedades del género, la futura antropotécnica orientada a la planificación explícita de las características del género humano, o la extensión por toda la especie del paso del fatalismo natal al nacimiento opcional y a la selección prenatal (todo ello como preguntas del horizonte evolutivo que comienza a despejarse ante nosotros), hubo quien no tardó en acusar al filósofo alemán de elevar la tecnología genética a dominante cultural de nuestro tiempo con un discurso cargado de retórica fascista. ¡Qué bueno! Pensaba en todo ello viajando como un atleta olímpico en el vagón 237, saltando portadas y saltando inevitables sensaciones; evitando los obstáculos. Es decir, haciendo como que las cosas no iban conmigo. El vagón 237 se asemeja a un perro salchicha infestado de pulgas, de pulgas insensibles; pero no necesariamente de pulgas culpables. Al parecer, existen evidentes defectos de fabricación, cosas sencillas a tener en cuenta; pero ¿alivia esto el dolor? El defecto de fábrica, además, es también reconocido por el poeta:
Sin embargo, no despreciamos a esos hombres;
Sabemos lo que debemos a sus sueños,
Sabemos que no seríamos nada sin la mezcla de dolor y alegría que fue su historia,
Sabemos que llevaban nuestra imagen dentro cuando atravesaban el odio y el miedo, cuando chocaban en la oscuridad.
Cuando escribían, poco a poco, su historia.
Sabemos que no habrían sido, que ni siquiera podrían haber sido, sin guardar en el fondo de su corazón esa esperanza.
Claro está que, el poeta, un gran poeta, escribe estas líneas desde la segunda (o tercera) generación después de la mutación metafísica. El plan diseñado por Michel Djerzinski, investigador en biología, monje científico, se ha cumplido hasta sus últimas consecuencias. Ahora, sobre los muros de la ficción y la verosimilitud, aparece escrito el lema inaplazable de un proyecto: LA MUTACION NO PUEDE SER MENTAL, SINO GENÉTICA. Las partículas elementales cuentan esta historia, la historia de la última revolución pendiente. Aquí el dolor es tan sólo un recuerdo:
Hemos roto el vínculo filial que nos unía a la humanidad, y estamos vivos. Según los hombres, vivimos felices; cierto que hemos sabido superar los impulsos, para ellos insuperables, del egoísmo, la crueldad y la ira; de todos modos, vivimos una vida distinta. La ciencia y el arte siguen existiendo en nuestra sociedad; pero la búsqueda de la Verdad y de la Belleza, menos estimulada por el aguijón de la vanidad individual, tiene un carácter menos urgente. A los humanos de la antigua raza, nuestro mundo les parece un paraíso. De hecho, a veces nos damos a nosotros mismos -de manera, eso sí, ligeramente humorística- ese nombre de "dioses" que tanto les hizo soñar.
No obstante, de vuelta al periódico, una figura sobresale del resto del relato (un héroe: un camionero) con una fuerza especial que ennoblece toda la escena y hace posible la reconciliación. El hombre, ante las llamas, multiplica su factor humano: el extintor, una navaja para cortar los cinturones de seguridad: dos niños, a salvo de morir carbonizados. Después de esto ¿podemos añadir que ha fracasado del todo la ilustración humanista? Este hombre ¿fue correctamente educado o ya era humano a pesar de todo? Educar o domesticar, he ahí la cuestión, porque, como dice Fernando Savater, el fin es siempre el mismo:
reinventar lo humano -es decir, una sociabilidad amistosa que repudie mayoritariamente la tentación feroz de la violencia intraespecífica- a partir de un nuevo planteamiento persuasivo, de otra forma de doma de alta escuela.
Al final del relato, quedan millones de niños esperando una respuesta y, más cerca, dos niños que conocerán irremediablemente el sentido de la separación y del dolor, el significado primario del dolor. Muchas de las páginas de Las partículas elementales están escritas desde el conocimiento del dolor, de la angustia y de la insignificancia humana; de ahí la luz, a veces oscura, que se desprende de sus páginas. El budismo y la genética unen a Peter Sloterdijk y a Michel Houellebecq como a dos gemelos necesarios. Mientras tanto, la vida continúa en el vagón 237. Al parecer, según las estadísticas, seguimos avanzando.
17 comentarios
keyjiolso -
lidgikilm -
1234
http://123mygoogle123.com
[url=http://123mygoogle123.com]1234[/url]
barfdhgh -
[url=http://www.publicconversations.org/mails/?free=696]ass up[/url]
blackmail los angeles money slaves
age-appropriate money tasks
balboa money
[url=http://www.publicconversations.org/mails/?free=429]and small pussy[/url]
[url=http://www.publicconversations.org/mails/?free=1749]download free sex[/url]
best money manger program
american money mint
[url=http://www.publicconversations.org/mails/?free=621]ass fucks[/url]
[url=http://www.publicconversations.org/mails/?free=230]amateur asian[/url]
[url=http://www.publicconversations.org/mails/?free=782]beach butt[/url]
[url=http://www.publicconversations.org/mails/?free=949]biggest ass[/url]
[url=http://www.publicconversations.org/mails/?free=1784]eat a pussy out[/url]
banks cashing western union money orders
adelaidenow smart money
arizona new mexico money clips
[url=http://www.publicconversations.org/mails/?free=3167]hot redhead[/url]
[url=http://www.publicconversations.org/mails/?free=619]ass fuck pussy sex tit[/url]
bank of canada money conversion
100 disablied veterans grant money
97 dollar software packages money
[url=http://www.publicconversations.org/mails/?free=2502]gag my cock[/url]
[url=http://www.publicconversations.org/mails/?free=1590]couple erotic fetish guide sex[/url]
ujuuffuukffu -
Emala -
Компания [url=http://100shop.com.ua/]СТО-шоп[/url]
KandKisesew -
http://techsavvythemagazine.com/ - buy zocor
If the doctor finds the necessity of treating her with Zocor, he would do well to adjust the dosage of the drug.
[url=http://techsavvythemagazine.com/]cheap generic zocor[/url]
Zocor belongs to a group of drugs called ?statins?.
http://techsavvythemagazine.com/ - zocor simvastatin
Supra Skytop -
Air Jordan shoes -
supra footwear -
Enrique -
Lau -
Y qué bien lo llevas, hombre.
Por todo eso, no se me ocurre qué decirte más que gracias.
Y ya por el resto, no me queda más que creer que la gente como la que visita este blog (y digo creer, porque tal vez en este punto, y ante la falta de respuestas, no queda más que la cuestión de fe frente al individuo -creer en él en última instancia o no hacerlo, a eso me refiero-)concluye en que tirarse al río nunca es la solución.
Habrá que romper el frasco y beberse el contenido si hace falta, hasta sangrarlo íntegro, o (quizás) seguir apelando a encontrar esas dosis de sensatez y valor que aún, como especie, no parecemos ser capaces de albergar.
La verdad es que no lo sé, pero me guardo que el bajar los brazos sea siempre la última opción.
(En fin, que un poco será que soy de las que aún intentan pensar que 'a Dios rogando, y con el mazo dando', y otro poco que aunque sea un ejercicio de optimismo tal vez desmedido, se me ocurre que no hay mucho más...)
En fin, qué agridulce.
Menos mal que siempre es maravilloso reencontrarse a la troupe que reúne este lugar :))
Enrique -
Enrique -
Cayetano -
Anna O. -
Enrique -
Cayetano -
Así estuve una semana, hasta que supe "que tenía que hacer" . El "procedimiento" es una herramienta y los resultados, lo intuyo, son diferentes para cada cual. Tirar tinta al río en una solución homeomática no cura al río ni te cura a tí (a mí en este caso). A veces, "no Hacer" solo respirar mirando "el rumor del río" sin añadir una sola gota es todo lo que "yo debo hacer". Quizás un día, bajo el puente, alguien pida auxilio y en vez de gotas sea yo quien me tire a ese río.